AJNA

Bienvenidos de nuevo. Después de un tiempo de mucho trabajo en el que no encontraba lugar para retomar la tarea de escribir, la pandemia por todos conocida nos obliga a hacer una pausa en nuestras vidas. Aprovechando esa pausa, retomo las buenas costumbres de compartir con vosotros este espacio.
La entrada de hoy es sobre el maravilloso Ajna, nuestro sexto chakra. Se ubica en la zona del entrecejo. Su significado es centro de conocimiento, y su color es el índigo.
El elemento natural que se le asocia es la luz y su función principal sería la visión, la intuición, el conocimiento.
La glándula con la que se corresponde es la pineal y abarca el sentido de la vista. Cuando este chakra presenta algún tipo de desequilibrio en su flujo de energía, podemos sentir dolores de cabeza, pesadillas, cansancio ocular, migrañas, etc.
Ajna es ese centro de energía que nos invita a dejarnos guiar por la voz de nuestra alma, por nuestra intuición. Es ese portal desde el que nuestro maestro interior se hace escuchar. No es tarea sencilla pues, en la mayoría de los casos, estamos totalmente desconectados de nuestro guía interior. De nuestro ser. Pero esto no fue siempre así. En la antigüedad, teníamos más desarrollado este sexto sentido. A día de hoy, todavía hay pueblos aborígenes que siguen escuchando esa voz que les guía a lo largo de sus vidas. Todos nacemos con ella. La vamos acallando a medida que vamos creciendo en esta sociedad que hace ver a las personas que mantienen activo su tercer ojo y no tratan de ocultarlo, como si fuesen bichos raros de los que hay que apartarse. En realidad esa reacción se debe al miedo. Siempre tratamos de negar aquello que no conocemos. Pero que lo neguemos, no quiere decir que no exista. Hay personas que realmente saben potenciar este vórtice de energía y tenerlo muy presente en sus vidas. Es un chakra que también se relaciona con la clarividencia y con esa sabiduría que llevamos dentro desde antes de nacer y que permanece dormida hasta que nos atrevemos a despertarla. Sobre este chakra se podrían llenar páginas y páginas.
Veamos con qué asanas podemos potenciarlo en nuestra práctica diaria: Sukhasana, Balasana, asanas de meditación, Sirsasana, Adho Muka Svanasana, y aquellas en las que apoyamos la fente en el suelo.
Fuera de nuestra esterilla también podemos favorecer el correcto flujo de energía de este chakra con técnicas como la meditación, respiración consiente, escuchando música que invite a calmar la mente, tratando de recordar nuestros sueños al despertar, y practicando esa escucha activa a nuestro ser interior.

Hasta aquí el post de hoy. Espero que os haya gustado. Me despido citando una parte del libro Juan Salvador Gaviota [Richard Bach] que leí de pequeña y dice así:
"No creas lo que tus ojos te dicen. Sólo muestran limitaciones. Mira con tu entendimiento, descubre lo que ya sabes y hallarás la manera de volar"


🌸 Namaste

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