MEDITACIÓN
¿Qué es meditar? ¿Cómo se hace?¿Por qué mi mente no se pone en blanco?
Probablemente estas preguntas hayan pasado por tu cabeza en alguna ocasión. Hoy con esta entrada voy a tratar de poner un poquito de luz sobre el tema.
De todos es sabido la gran cantidad de beneficios que la meditación aporta a nuestra salud. No sólo es un gran aliado contra el estrés, sino que también nos enseña a estar presentes en el aquí y el ahora.
También es cierto que muchas personas deciden comenzar a meditar y acaban abandonando la primera semana. Uno de los motivos de que esto suceda es un mal enfoque sobre lo que conlleva esta disciplina.
Meditar no es poner la mente en blanco. Meditar no es desconectar de todo. Meditar no es dejar de escuchar lo que sucede a tu alrededor. Eso no es meditar. Eso es obsesionarse con una misión casi imposible que te llevará irremediablemente a la frustración y al abandono de la práctica.
La meditación es aceptación. Es comprendernos. Es reconocer el estado de nuestra mente y no emitir juicios negativos al respecto. Meditar es conectar con lo que soy y lo que siento.
¿Y cómo conseguimos todo esto? Bueno, pues a continuación te voy a dar unos tips que creo que te pueden resultar prácticos :
- Lo primero es tener claro que no buscamos nada. Abandona las expectativas.
- Busca un lugar en el que te puedas sentir en calma y nadie te vaya a interrumpir durante un ratito.
- Comienza con una práctica de 5 minutitos diarios, no más. Es mejor comenzar así y ser continuo hasta crear el hábito y así poder ir alargando los ratitos, que comenzar con jornadas interminables que acabarán llevándonos al hastío en pocos días.
- Es fundamental encontrar una postura cómoda. Esto es muy personal. Cada persona tiene que encontrar su postura para empezar a meditar. Lo que para unos puede ser cómodo para otras personas puede ser insoportable. Encuentra tu postura.
- Cierra tus ojos y realiza unas respiraciones conscientes observando cada inhalación y cada exhalación.
- Comienza a contar tus respiraciones.
- Cuando te pierdas o te despistes, no pasa nada, trae tu mente de regreso a tu respiración. Hazlo con amabilidad y paciencia. Es normal que la mente se vaya.
- Acepta que estás en mitad de una realidad en la que habrá pensamientos, ruido, distracciones... No pasa nada. Meditar no es aislar te del mundo. Es reconocer que todo esto existe, y que, a pesar de ello, tú estás aquí para pasar cinco minutos sin que te afecte demasiado.
- Tan sólo respira. Acepta. Ten paciencia contigo porque habrá días que tu mente sea un torbellino de pensamientos y esos días no debes sentirte mal ni abandonar. Dedícate esos momentos. Respira con conciencia plena en cada inhalación y en cada exhalación.
Olvídate de cosas complicadas. Nuestra mente es un mar agitado. Lo que hacemos con la meditación es aprender a comprender estos estados mentales, y mantenernos estables dentro de ellos, y así, poco a poco, ese mar revuelto se irá volviendo apacible.
Nuestra mente es como músculo y la meditación es su entrenamiento. Se necesita constancia y cariño para avanzar.
También puedes ayudarte de los mantras para tu meditación, incluso utilizar un japa mala tibetano para ayudarte con el conteo de mantras o de respiraciones. Un japa mala es un collar de meditación que se utiliza pasando una bolita por cada mantra que recites o cada respiración que cuentes. Están formados por 108 cuentas (número sagrado que simboliza al universo, entre otras cosas) y una pieza más grande que nos señala el final de la vuelta.
Normalmente son de elementos naturales como piedra o madera. A mí siempre me han sido de mucha ayuda, pero esto también es una cuestión personal.
La meditación es un mundo, pero es para todo el mundo. No te desanimes. Háblate con cariño cada vez que tu mente ponga resistencias y ve creando el hábito poco a poco. Merece la pena.
Hasta aquí la entrada de hoy.
Espero que os haya servido de ayuda.
Feliz día 🌺
Namaste 🙏🏻
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