APARYGRAHA
Hoy vamos a por este quinto pasito dentro del primer escalón [los Yamas] de los 8 del yoga. Se trata de Aparygraha. Este yama hace referencia a un tema tan importante y a la vez controvertido como es el desapego. Hay quien oye hablar de desapego y piensa que la persona que lo está comentando es alguien sin sentimientos o un desarraigado, pero bajo mi punto de vista el desapego no es "renunciar" a las cosas o a los sentimientos. Nada de eso. Hay que tratar de contextualizar aquello que leemos y que nos viene legado de otra época para comprender y adaptarlo a nuestro día a día. El desapego no consiste en no tener cosas, sino en que las cosas que tienes no te posean a ti. Que tu bienestar o felicidad no dependa de objetos, personas o causas externas.
Este es uno de los preceptos más complicados a mi entender, ya que vivimos en una sociedad en la que prima la competitividad desde que somos niños. Crecemos con la necesidad antinatural de "ser como o ser mejor que" y eso nos obliga de algún modo a vivir en una continua lucha de la que nadie sale indemne. Nos comparamos continuamente, vivimos con la obsesión de no defraudar a y eso sólo nos crea falsas expectativas y frustraciones innecesarias. Nos hacemos adultos creando relaciones de dependencia con personas y objetos y romper con eso se convierte casi en un trauma. Hay quien se pasa la vida trabajando para comprarse un coche mejor que el de fulanito, o tener una casa grande y lujosa, una pareja de revista, etc. y así se va pasando la vida. Creando vínculos que al romperse [porque nada es eterno] nos sumergen en una profunda sensación de fracaso. Fracaso? Y si en vez de fracaso lo viésemos como aprendizaje? Y si aprendiéramos a ser felices con lo que somos en lugar de con lo que tenemos? Ahí es donde entra en juego el desapego. Tengo una casa que me gusta, pero si mañana me tengo que mudar a otro lugar menos bonito, lo hago agradeciendo el tiempo que he pasado aquí y me despido sin tristeza aceptando que las cosas nos acompañan hasta que dejan de hacerlo. Sí, parece una frase muy obvia, pero si se analiza es más significativa de lo que a simple vista parece. Esto también es aplicable a las relaciones con seres queridos, aunque sin duda es mucho más complicado de gestionar. Es comprensible. Pero no es imposible, hay culturas que aceptan las despedidas como parte de la vida, y no hablo de resignación, sino de aceptación. Son dos conceptos distintos.
Fijarse metas está bien, pero no nos podemos olvidar de disfrutar del camino que nos lleva esos objetivos. Disfrutar de casa paso, sin obsesionarnos.
Cómo lo podemos aplicar a nuestra sadhana [práctica]? Bueno, como ya he comentado en otras entradas, cuando extendemos nuestra esterilla de yoga, todo lo demás queda fuera. Existe el espacio que ocupa nuestro cuerpo y nuestro interior. Las obsesiones o la necesidad de llegar a deberían desaparecer. Si ponemos conciencia en nuestra asana, nuestra respiración y llevamos la mirada hacia nuestro interior, dejaremos fuera lo superficial y disfrutaremos de cada pequeño pasito, sin presiones, sin intentar aparentar. Tú y tu ser interior. Tú y lo universal. Nada más. Desapego, dejar fuera al ego.
Feliz día.
Namaste 🌸
Muy elocuente tu explicacion, es verdad que vivimos imbuidos de tal forma, en las normas que nos imponen desde nuestra mas tierna infancia, que nos malacostumbramos, y nos cuesta, ver, y no poseer, la vida natural en si es facil, la hacemos dificil los humanos dia a dia, por las leyes antinaturales que practicamos por imposicion.
ResponderEliminarNamaste
Así es. Nos cuesta desprendernos de ciertas ideas con las que hemos crecido, pero podemos hacerlo. Nuestra capacidad de aprendizaje es infinita.
ResponderEliminarGracias!!